Era una tarde soleada cuando decidí tomar mis alimentos en el Samborn’s de Luna Parc de Cuautitlán Izcalli, ya cómodamente instalada me preparé para degustar un chile en nogada y una sopa poblana, entonces vi que a unos pasos se encontraba la mesa de Alejandro Encinas (candidato del PRD al gobierno mexiquense) quien rodeado de unas siete personas, él (Alejandro) tomaba pequeños sorbos de un café express, el cual alternaba con su Coca Light.
Mientras me traían mis alimentos pude observar la placidez con la que el candidato cambiaba impresiones con los jóvenes y los mayores que le acompañaban. Busqué con la mirada a los “guaruras” y estos “brillaron por su ausencia”, ya más intrigada no me perdía algunas de las palabras que alcanzaba a escuchar y estas eran…. Encuestas, compromisos, ¡Ahh el debate!
Un jovencito se acercó y entonces separaron una mesa. Encinas se sentó a contestar lo que me pareció (y fue) una entrevista. Mientras yo disfrutaba la gastronomía poblana, no perdía la secuencia de movimientos, pestañeos y lo atento que se encontraba el candidato a su interlocutor.
Preparé la grabadora, porque quería charlar con Encinas, para que me despejara algunas de las malditas dudas que me asaltaban: ¿Por qué no trae guraruras? ¿No sé los otorgó el gobierno? ¿Cree en las encuestas? ¿Quién declina? … ¿Cómo alcanzar a Eruviel?
En esas estaba cuando Encinas y su acompañante se levantaron, rápidamente me acerqué y solicité una mini- entrevista,…. con una sonrisa seductora Encinas me dijo; “lamento mucho no poder platicar contigo, pero hace cinco minutos que ya debería estar en el mitin, tenemos tus datos y con gusto te concederemos un espacio para tu entrevista”, todavía algo apurado posó para la foto con algunos clientes del lugar quienes sorprendidos veían al “hombrón” dirigirse a salida.
No pude menos que admirar la sencillez de este hombre, ya que se le ve confiado. Aunque no me concedió mi entrevista, me gustó la puntualidad y el respeto que manifiesta por los ciudadanos.
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